San
Jorge
Sabemos poco de él. La historia
se mezcla con la leyenda. Nació en el siglo III (entre el 270 y el 275) en
Sebastopolis, Armenia. Al parecer era militar.
Cuando estalló la persecución
contra los cristianos, Jorge de Capadocia, repartió su riqueza entre los pobres
y declaró su fe ante el emperador. Fue torturado y condenado a muerte. Fue decapitado el 23 de abril de 303.
Tras su muerte por defender el
cristianismo, las más increíbles hazañas se vinculan a su persona. En su
biografía aparecen figuraciones legendarias que lo presentan como el ideal de
caballero cristiano, un gran soldado que obró milagros y logró muchas conversiones, entre ellas la de la emperatriz
Alejandra.
A finales del primer milenio se
forjó la leyenda de su combate con un terrible dragón par liberar a una
doncella.
Jorge llegó a una ciudad de Libia junto a la que vivía un dragón que
aterrorizaba a la población. Para evitar su amenaza, los habitantes le proveían
diariamente con ovejas. Cuando se acabaron todas hubieron de sortear entre sus
propios hijos para que sirvieran de alimento al dragón. Le tocó un día a la
hija del rey, que fue mandada al encuentro con la bestia. Cuando el dragón iba
a devorar a la princesa, apareció Jorge,
que lo traspasó con su espada.
En Aragón su figura se relaciona
con la batalla de Alcoraz (Huesca) en 1906. Allí el santo caballero ayudó a
Pedro I y a su hermano Alfonso a vencer a los musulmanes.
En la edad media, durante el
reinado de Juan II de Aragón, Jorge pasó a ser patrón del Reino Aragón. También lo es de varios países de Europa (Bulgaria,
Inglaterra, Portugal, Georgia, Etiopía…)
Actualmente el día 23 de abril, día de SAN JORGE, se
celebra el DÍA DE ARAGÓN.
El escudo de Aragón luce la cruz
de San Jorge en el tercer cuartel, junto a cuatro cabezas de caudillos moros,
representando la victoria de Pedro I en la batalla de Alcoraz.
Completan el escudo los cuarteles
del árbol de Sobrarbe, la cruz de Íñigo Arista y las barras, emblema de los
reyes de Aragón, vasallos de Roma y Aviñón; los colores son los usados por los
Papas. Posteriormente se convirtió en el símbolo de la Corona de Aragón.
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