sábado, 14 de mayo de 2016

SONREIR...

SONREIR a veces, puede ser una de las mejores formas de contribuir a cambiar el mundo, de hacerlo (un poco) mejor.
Y quizá sea la obra social más barata y efectiva del mundo, ya que  “la sonrisa enriquece a los que la reciben, sin empobrecer a los que la dan”  (Fran Irving)

Además, piensa que la vida es como un espejo. Sonríele y te sonreirá.

Ya en el siglo IV antes de Cristo, SÓCRATES dijo:  “La alegría de alma forma los bellos días de la vida”

Así pues, acepta un consejo y…

¡aprende a sonreír a la vida!

Momo siguió la recomendación del señor Ibrahim y…mira lo que le sucedió:

-          ¿Por qué no sonríes nunca, Momo? –preguntó el señor Ibrahim.
Esa pregunta me sentó como un puñetazo, como una patada para la que yo no estaba preparado.
-          Sonreír es cosa de ricos, Señor Ibrahim. Yo no me lo puedo permitir.
Y me sonreía aún más, como para burlarse de mí.
-          Mire, señor Ibrahim, cuando digo que sonreír es cosa de ricos, quiero decir que es lo que hace la gente feliz.
-          Pues ese es justamente tu error.
Es el sonreír lo que hace a uno sentirse feliz.

Al día siguiente, me comporto como un enfermo total al que le hubiera picado algo durante la noche: voy SONRIENDO a todo el mundo.
-          No señor, lo siento, no he comprendido el ejercicio de mates.
Y, ¡zas! sonrisa
-          ¡No he sabido hacerlo!
-          Vale, Moisés, te lo vuelvo a explicar.
Lo nunca visto. Sin broncas, sin regañinas. Nada.
En el comedor…
-          ¿Me puedes poner un poco más de crema de castañas?
¡Zas!, sonrisa.
-          Sí, y con queso blanco…
Y me la dan.
En clase de gimnasia, reconozco que se me han olvidado las zapatillas de deporte.
¡Zas! Sonrisa.
-          Profe, es que todavía se estaban secando…
El profe se ríe y me da una palmadita en el hombro.
¡Qué borrachera! Nada se me resiste ya. El señor Ibrahim me ha dado el arma perfecta. Me dedico a ametrallar a todo el mundo con mi sonrisa. Ya no se me trata como a una cucaracha.    
            (El Señor Ibrahim y las flores del Corán.  Eric-Emmanuel Schimtt)

Además de contribuir a hacer un mundo (un poco) mejor, sonreír y estar alegre te ayudarán a estar más sano.

Y si no lee estos testimonios:

-          Hace miles de años el rey Salomón decía en sus Proverbios que  “Un corazón alegre nos hace tanto bien como una medicina, mientras un espíritu quebrantado nos seca hasta los huesos”
-          Aristóteles describía a la risa como “un ejercicio corporal valioso para la salud”.
-          “El anciano rió estentórea y gozosamente, agitando su anatomía de la cabeza a los pies, y terminó diciendo que aquella risa era dinero, pues disminuía las cuentas del médico”  (Mark Twain, en Tom Sawyer)

Y, por supuesto, sonreír es un eficaz tratamiento de belleza pues…

¡la sonrisa hace que el rostro se vea más bello!

                             Idea y textos: Ángel Cisneros, Gonzalo Montaner y Paz Blasco

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